Los puntos negros del territorio familiar

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photo_camera Cuidado con los puntos negros en casa

Los puntos negros del territorio más familiar para la Infancia y para nosotros.

La Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios propone “localice los puntos negros de este territorio tan familiar y peligroso: el 52% de los accidentes ocurren dentro de él” Y de paso, “evalúe si las viviendas son seguras o tienen elementos que puedan mejorar”.

  • Decoraciones abigarradas. Pueden favorecer caídas y golpes. Debemos dejar suficiente espacio entre unos muebles y otros.
  • Suelo. Debe ser de material antideslizante y permanecer seco y sin obstáculos. Debemos recoger y secar inmediatamente cualquier producto derramados sobre él.
  • Alfombras. Deben estar bien extendidas (incluso los flecos) y adheridas al suelo, usando anti-deslizantes por debajo.
  • Equipos y electrodomésticos. Son elementos eléctricos peligrosos los aparatos con cables pelados, los enchufes con clavijas quemadas y los ladrones sobrecargados. Y también lo son, si estos equipos no cuentan con patillas especiales para la conexión a tierra. Asimismo es un riesgo colocar un jarrón o un recipiente con agua sobre un electrodoméstico.
  • Cables, enchufes y ladrones. No los camuflaremos bajo alfombras o sofás. Hay que sustituirlos al menor síntoma de oscurecimiento o recalentado excesivo. No se deben conectar muchos aparatos eléctricos a un mismo enchufe: acaban deteriorándose por conectar más potencia de la que pueden soportar y pueden provocar un cortocircuito.
  • Iluminación insuficiente. Sobre todo en las zonas de paso, puede provocar golpes y caídas.
  • Lámparas de mesa. Nunca usaremos bombillas de mayor potencia de la que admiten las lámparas según indica la etiqueta. Tampoco las cubriremos con paños ni gasas para hacer más tenue la luz: podrían incendiarse.
  • Aparatos de calor. Solicite una revisión técnica de todos los aparatos que proporcionan calor y agua caliente. En los calentadores o estufas de gas es recomendable hacerla cada tres años. En los calentadores y calderas de fuel o carbón anualmente, preferentemente en verano. Utilice aparatos de calor con sistema de termostato para que se apaguen cuando lleguen a la temperatura deseada.
  • Estufas de gas. No las use en salitas pequeñas (menos de seis metros cuadrados) ni en sótanos. Deje siempre una buena circulación de aire (por una ventana con rejilla o una puerta entreabierta) y apague la estufa tras cada hora de uso hasta que el aire se haya renovado. Aleje, por lo menos un metro, cualquier brasero o estufa de las proximidades de muebles, cortinas o tapicerías.
  • Muebles. Es preferible que sus cantos y esquinas sean redondeados, especialmente si son de metal. Debemos evitar, además, que las patas de armarios, sofás, sillas y mesas sobresalgan demasiado de su superficie para evitar tropezones.
  • Muebles plegables, o de partes extensibles y abatibles, causan frecuentes atrapamientos de dedos y golpes.
  • Cajones abiertos. Provocan golpes con frecuencia. Debemos habituarnos a cerrarlos después de usarlos. Es útil colocar topes de apertura para evitar que se salgan de sus carriles.
  • Estanterías. Debemos fijar con solidez todas las estanterías a la pared, incluso las que apoyan en el suelo.
  • Escalera de mano. Para acceder a objetos altos son más seguras que banquetas o taburetes, pero recuerde que a mayor altura y más número de peldaños en una escalera de mano, más riesgos hay de accidentes por imprudencia del usuario o por mal diseño de la escalera. Recuerde que las escaleras de tipo tijera son más seguras que las de un único larguero. Los peldaños más seguros (siempre que estén lisos y no resbaladizos), son los de una anchura superior a 8 cms., que sean horizontales (sin ángulo de inclinación) y con una distancia entre ellos de entre 30 y 35 cms.
  • Pequeños objetos (botones, bolitas, piezas sueltas…) y las bolsas de plástico al alcance de los más pequeños pueden provocar asfixias y atragantamientos. Debemos acostumbrarnos a guardar las tijeras, agujas y alfileres de un costurero. Hay que reservar un rincón seguro y apartado de los niños para guardarlo. Lo mismo ocurre con otros instrumentos de riesgo, como herramientas o cuchillos, o productos peligrosos, como los de limpieza o medicamentos.
  • Ceniceros. Elija ceniceros amplios, a ser posible de agua. Compruebe, antes de acostarse, que no quedan colillas o restos de ceniza en asientos o alfombras.
  • Ventanas y balcones. Si las barandillas de nuestro balcón o terraza no nos llegan a la cintura nos conviene añadir otro cuerpo para impedir que podamos vencernos al sacudir una alfombra pesada o al tender la ropa.
  • Los barrotes de las barandillas o rejas deben tener poca separación entre unos y otros, de modo que no queda la cabeza de un niño. Evitaremos tener en el cuarto de los niños camas, cajas, muebles o sellas debajo de las ventanas.
  • Puerta de paso con cristal. Asegúrese que el cristal interior esté bien fijado al marco y o se mueva. En caso contrario, un portazo por una corriente podría desprenderlo. Coloque pegatinas en las puertas de paso con cristal transparente para evitar que alguien choque contra ellas.
  • Pestillos o cerrojos. Acostumbre a sus hijos a no encerrarse en las habitaciones o cuartos de baño con el pestillo echado.
  • Cama. Las camas deben ser firmes y con un interruptor para la luz cercano. Una linterna en la mesilla será útil ante un corte nocturno de luz. Puede ser conveniente colocar un agarrador para facilitar a las personas mayores que se incorporen sin riesgo de caídas. Compruebe que las fijaciones de los cabeceros de las camas, espejos y estanterías del dormitorio sean sólidas, en especial si tienen estructura de puente entre dos módulos y están sobre una cama. En este caso, además, no debemos sobrecargar las baldas. Si se han combado, debemos sustituirlas y retirar de allí los objetos pesados o fácilmente vencibles.
  • Literas. En las literas o camas elevadas es necesario colocar barandillas de seguridad a ambos lados de la cama, y que sobresalgan al menos 16 cm. Por encima del colchón. La litera ha de ser estable y asentar bien en el suelo.
  • Mesilla de noche. Si vive con niños, vigile el tipo de objetos que guarda en su mesilla de noche. Retire de ella todas las medicinas, cuentas de collares, pilas o joyas pequeñas.
  • Barandillas y escaleras. La mayoría de las caídas en las escaleras se producen al bajar. No coloque a principio o al final de una escalera una puerta o mampara de cristal.
  • Plantas de interior. Infórmese sobre sus características porque algunas pueden ser tóxicas y provocar irritaciones o problemas respiratorios. También debemos vigilar que los plaguicidas e insecticidas que usemos sean de baja toxicidad. Tras pulverizarlas hay que esperar un tiempo prudencial para regresar a ese cuarto, ventilándolo antes unos minutos.

Puntos negros del cuarto de baño

  • Los puntos negros del cuarto de baño son múltiples:
  • suelo, bañera, enchufes.
  • Pequeños electrodomésticos.
  • Calderas de gas.
  • La temperatura del agua.
  • Tijeras, limas y objetos cortantes.
  • Tintes, lacas, esmaltes, perfumes, cera depilatoria.
  • Productos de limpieza
  • Tenga especial precaución con sus riesgos eléctricos: en la iluminación del baño no puede haber flexos ni lámparas normales (clase O, sólo para lugares secos) ni como sustitutos provisionales.
  • Sólo las lámparas de clase II (con doble aislamiento) y las de clase III (aptas para lugares húmedos) son apropiadas.
  • Los armarios metálicos o con luces o enchufes incorporados están desaconsejados en el cuarto de baño porque son excelentes conductores de electricidad.
  • En los cuartos de baño se prohíbe la instalación de enchufes, interruptores y aparatos de iluminación sobre la ducha o la bañera hasta 2’25 metros de altura. Esta zona se denomina volumen de prohibición. Hasta un metro de distancia de la bañera sigue prohibida la colocación de interruptores. Sólo se permiten las tomas de corriente que únicamente reciben tensión cuando enchufamos un aparato de escasa potencia, por ejemplo, una maquinilla de afeitar. Esta zona se denomina volumen de protección.

La cocina. ¿Un lugar apacible para desayunar o un museo de los horrores? / Puntos negros

  • Preste atención a estos puntos negros: cuchillos, abrelatas, batidoras. Salpicaduras de grasa o agua. Grandes electrodomésticos (frigorífico, lavavajillas…).
  • Fuentes de calor (cocina, horno) ¡y de quemaduras!: sartenes y cacerolas con agua o aceite hirviendo. Riesgo de asfixia o explosiones por el gas, por las calderas o por la olla a presión. Productos de limpieza bajo el fregadero…
  • Evite colgar visillos cerca de zonas de calor o de los focos de luz. Si unos visillos sintéticos, habituales en la cocina, reciben una llama o una chispa eléctrica hay gran riesgo de incendio y de propagación rápida del fuego hacia los aparatos eléctricos próximos (tostadora, freidora…
  • No cuelgue trapos o manoplas en ganchos colocados sobre la superficie de cocinado o en la campana extractora. Si hay llamas altas podrían prenderse.
  • Si tiene en la terraza de la cocina bombonas de butano de reserva, no almacene juntas demasiadas y evite que la luz solar en verano incida directamente sobre ellas. No las guarde en la cocina, deben estar alejadas de los puntos de calor.

Fuente Puntos Negros: Guía Cómo prevenir los accidentes domésticos y de ocio. CEACCU