“A túa casa non queda tan lonxe do mar”

La asociación Mar de Fábula nació  con la intención de estudiar los efectos de la contaminación por residuos sólidos.
Foto Mar de Fábula
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La asociación Mar de Fábula nació con la intención de estudiar los efectos de la contaminación por residuos sólidos en el mar, así como de minimizar esta contaminación y hacer una labor de concienciación.

Para Hugo, uno de sus fundadores “ocupamos un nicho que no se había abarcado”. Una de las actividades desarrolladas es la recogida de residuos en playas y lo que recogen se convierte en arte. Estos deshechos son utilizados para realizar artesanías que decoran también la sede de la asociación en el Café de Fábula.

La campaña de la Asociación que da comienzo el día 5 de junio, coincidiendo con el día mundial del Medio Ambiente lleva por título “A túa casa non queda tan lonxe do mar”. Desde Mar de Fábula quieren concienciar a la ciudadanía de que nuestros actos tienen  consecuencias. Los productos que tiramos por el WC, bastoncillos, compresas, tampax…no desaparecen, si no que van a parar a nuestras playas.

El campo de actuación de Mar de fábula son los concellos a los que da cobertura EDAR BENS: Arteixo, Oleiros, Cambre, Culleredo y A Coruña y su objetivo: “cambiar nuestros malos hábitos”. Desde la asociación conocen de primera mano el problema y por ello esta campaña se prolongará en el tiempo para conseguir que las playas luzcan sin deshechos.

ENTREVISTA A HUGO ALVAREZ

P- ¿De dónde proviene más contaminación?

R- Los elementos sólidos son sobre todo de consumo doméstico, después vertidos industriales pero eso es algo que no vemos en la playa. Las depuradoras tienen un problema, cuando llueve se juntan las fecales con las pluviales y van a unas zonas que se llaman aliviaderos, donde se vierte directamente al mar. Sabón es una de las playas que recoge todo este tipo de contaminación.

P- ¿Cómo trabajáis?

R- Tenemos tres líneas de trabajo, la primera y más visible es la limpieza de playas. El 95% de lo que recogemos son plásticos. Unos van al punto limpio y los que tienen funcionalidad artística para artesanía. Una línea pedagógica, con una Unidad Didáctica Móvil y una línea científica en la que llevamos nueve meses trabajando con muestreos. Hemos recogido 16.000 bastoncillos.

P- Existen campañas de sensibilización sobre el reciclaje pero no sobre el mar ¿por qué?

R- El mar es el gran olvidado, como dicen los marineros es el pañol grande. A nivel nacional no existen estas iniciativas, a nivel europeo sí. Una campaña como la nuestra tiene una repercusión muy local. Es un problema muy grave con unas cifras tremendas. En el Pacífico Norte hay una isla de plástico que ocupa tres veces de España y se habla de que en 2030 habrá tantos plásticos en el mar como peces.

P- ¿Cómo afecta a nuestra salud?

R- Los plásticos no desaparecen, se convierten en microplásticos que son ingeridos por los animales y al final nosotros también los ingerimos. En el Reino Unido, un 70-75% de los individuos tienen plásticos en sus estómagos. No se sabe cómo afecta a sus organismos y cómo nos afectará a nosotros.

P- Si lo vemos de una manera economicista, ¿también sería positivo?

R- Sí por supuesto. En España no se ha hecho ninguna evaluación. En Reino Unido, el 80% de las averías provienen de lo que se arroja por el wáter, aceites… Y esto supone alrededor de 80 millones de libras.

P- ¿Asumirá la administración su parte de responsabilidad?

R- Yo creo que llegará un momento en que trabajemos todos juntos. Se vierten unas 50.000 toneladas de plástico al mar. Y tardan siglos en biodegradarse, pero no desaparecen. El problema está ahí.

P- ¿Por qué no se actúa?

R- Siempre son intereses económicos, son grandes empresas. Pero se necesita más publicidad para que la gente sea consciente. Nuestra línea debe ser la concienciación para que se usen en la fabricación materiales biodegradables. Y también hay ignorancia, todo el mundo se corta el pelo o las uñas y lo tira por el wáter. Eso es también contaminación y en las depuradoras las madejas de pelo provocan muchos problemas.

P- ¿Qué debemos hacer?

R- Debemos ser conscientes de que existe un grave problema. El primer culpable somos nosotros. Y pensar que si todos tiramos un bastoncillo por el wáter, se produce el problema y sería tan fácil como poner una papelera en el baño. Pensar como consumidores, la manera de comprar y de deshacernos de ello. Está en nuestras manos.

Miriam Cancela / Arteixo

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