La inestabilidad laboral y el estilo millennial moldean el mercado de la vivienda

Diez años dan para mucho. Lo sabe bien pisos.com, que acaba de presentar en Madrid su informe social "Cómo hemos cambiado… de vivienda", coincidiendo con su décimo aniversario. Con el objetivo de contraponer el punto de vista de la generación millennial con la del baby boom, el portal inmobiliario ha analizado el presente y el pasado más recientes del mercado de la vivienda para extraer conclusiones de cara al futuro. Todo ello desde el punto de vista social, basado en las opiniones y perspectivas de la sociedad actual.

Atendiendo al gap generacional, el estudio revela que, en general, lo jóvenes se enfrentan a un panorama mucho más complicado que sus progenitores, sobre todo, por la inestabilidad laboral y los bajos salarios, que no han crecido al mismo ritmo que el precio de la vivienda.

Asimismo, la transformación de los principios y valores, es decir, de la mentalidad y el estilo de vida de estos jóvenes, ha influido en la forma en que se enfrentan a momentos como la emancipación o la compra de una vivienda, cambiando el panorama de forma radical.

Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, ha explicado que “Actualmente, la compra está condicionada por un ahorro previo muy fuerte y una capacidad de endeudamiento muy alta. Los jóvenes no pueden acceder a la propiedad, por lo que estiran al máximo la opción de vivir de alquiler. La pregunta, realmente, es si nuestros hijos quieren vivir como sus padres o quieren imponer nuevas reglas habitacionales”.

El experto ha indicado que, sin embargo, “para los baby boomers la situación en el pasado fue diferente, ya que el entorno económico era más propicio. Es importante buscar soluciones que eviten que la vivienda canibalice los sueldos de los jóvenes, y no solo desde la compra y desde el alquiler. El sector debe apoyar alternativas intermedias que se adapten a las demandas de la generación de la que depende el progreso de la sociedad en su conjunto”.

Hipoteca o alquiler: un problema de accesibilidad
Según el estudio, el alquiler prima sobre la hipoteca (50% vs. 30%), pero no por elección, sino por obligación, ya que los jóvenes no pueden permitirse una vivienda en propiedad. De hecho, según el informe, más del 10% de los jóvenes considera que el alquiler es “una forma de tirar el dinero”.

Asimismo, ambas generaciones (40% millennials vs. 30% baby boomers) confían en la seguridad que ofrece una vivienda en propiedad como una de las principales razones para optar a este régimen.

A esto se suma un problema fundamental: el de la accesibilidad que, además, se acentúa en el caso de las mujeres: solo el 5% puede permitirse pagar la hipoteca en solitario, frente al 13% de hombres. Sin embargo, los jóvenes no pierden la esperanza: más del 60% de los millennials que viven de alquiler confía que su capacidad económica mejore en la próxima década.

¿Cuándo y por qué nos emancipamos?
El momento de emancipación ha sido otro de los focos clave del informe de pisos.com, del que se desprende que, en los últimos diez años, la edad media ha aumentado. Esta independencia es más tardía porque las causas son también diferentes: en el pasado, la principal razón por la que se emancipaban los baby boomers era que se casaban (48%), mientras que, hoy en día, los jóvenes vuelan del nido por razones múltiples, como el trabajo (25,9%) o el anhelo de libertad (24,7%), entre otras. En cuanto a las alternativas de vivienda, el alquiler (51,5%) es la fórmula favorita para emprender una nueva vida.

Mayor cultura financiera ante un pronóstico poco alentador
En lo referente al futuro, el portal inmobiliario ha indagado qué opinan los ciudadanos sobre cómo le irá al sector en la próxima década. El resultado ha sido una opinión bastante pesimista, ya que el 57,9% de los encuestados vaticina una nueva crisis inmobiliaria en los próximos años. En este plano, los jóvenes son los más negativos, cuyo convencimiento se extiende hasta casi el 70%. Sin embargo, más de la mitad (55,2%) considera que los bancos
son hoy en día más prudentes a la hora de conceder hipotecas, aunque el 66,4% cree que su transparencia sigue siendo baja. A pesar de todo, el 40,8% siente que ha ganado una mayor cultura financiera en el trascurso de estos diez años que le ayudará a afrontar mejor la próxima década.

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