Agasca se constituye el 15 de abril de 1978.
Cuarenta y cinco socios fundadores creyeron con firmeza en que la unión hace la fuerza, y que este colectivo profesional estaría mejor bajo el cobijo de una asociación que los representara, ante las instituciones y la sociedad.
Uno de los hitos en la historia de Agasca que hizo que viviera tiempos de gran número de asociados fue la obligatoriedad de un seguro de responsabilidad civil que debía cubrir cuantías mínimas en función de la actividad realizada.
Santiago Zapata, presidente actual, echa la vista atrás y comenta "lo que hizo Agasca fue contratar un seguro colectivo que hizo que las primas se redujeran para cada instalador; ello provocó que muchos profesionales se asociaron a Agasca, para tener esta ventaja que aún tienen hoy cuando se suman al proyecto".
Coberturas
El seguro de responsabilidad civil de Agasca cubre cualquier tipo de eventualidad, "la póliza está muy estudiada y analizada y las coberturas que se ofrecen son las que necesitan nuestros profesionales", apunta el Presidente.
Además está el tema de las exigencias administrativas que cada dia son más. Agasca ofrece un servicio de asesoramiento administrativo, legal y técnico "que garantiza una total tranquilidad a nuestros socios", afirma Zapata.
A sus espaladas la Asociación de empresas instaladoras y mantenedoras, reforma y rehabilitación de la provincia de A Coruña, lleva la propia historia del asociacionismo en España " antes de la ley de asociaciones que surge en el año 76-77, los gremios estaban integrados en lo que era el Sindicato vertical, los cuarenta y cinco socios fundadores de Agasca cambiaron la manera de organizarse y relacionarse, adaptaron estas profesiones a la nueva ley de asociaciones empresariales".
Nuevas profesiones
Aunque Agasca nació para dar cobertura a instaladores, mantenedores y reparadores de diferentes tipos de instalaciones, existen una serie de oficios y actividades que están muy vinculadas a este sector por lo que la Entidad decidió abrir su campo de actuación a otros profesionales afines: albañiles, encofradores, pintores, marmolistas, carpinteros, cristaleros,...
"Es la mejor forma de defendernos, estar unidos y juntos nos hace más fuertes, ante las administraciones, otras entidades públicas y privadas y ante la sociedad en general, que debe asumir que un trabajo profesional con el sello de Agasca es sinónimo de garantía y confianza", afirma Santiago Zapata.
Así, cualquier profesional que participa de cualquier reforma o rehabilitación tiene cabida en Agasca.
Por otro lado está el tema de la formación continua, promociones y ofertas exclusivas para el colectivo, etc. etc.
"Es difícil crecer y avanzar solo, comenta el Presidente, los grandes se comen a los pequeños y Agasca es una entidad solvente, fuerte, que defiende a sus profesionales de la manera más eficiente". "Cada vez es obvio y si no trabajamos unidos lo tendremos cada vez más complicado; los abusos están ahí y sí o sí tendremos que defendernos en algún momento, de las administraciones, de las grandes compañías, de las entidades financieras... ".
El papel de los consumidores
El papel de los usuarios es crucial para acabar con el intrusismo profesional. Es un mal endémico de estas profesiones que tiene un coste muy alto en términos de seguridad y confianza.
Por este motivo, Agasca ejerce una labor constante de vigilancia y de educación, para dar a conocer los grandes riesgos de contratar a profesionales no cualificados y sin acreditar.
"Los asociados a Agasca son profesionales que siempre responderán ante terceros".